Al enfrentarnos a carreteras nevadas, la pregunta sobre si elegir cadenas o fundas para la nieve es clave para la seguridad y comodidad al conducir. Ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas, por lo que la decisión depende de varios factores, como el tipo de terreno, la frecuencia de uso y la facilidad de instalación.
Cadenas de nieve: robustez y tracción
Las cadenas metálicas son la opción más clásica y efectiva en situaciones extremas de nieve o hielo. Proporcionan una tracción superior, ideal para terrenos montañosos o cuando la nevada es intensa. Sin embargo, requieren más destreza para instalarlas y pueden ser ruidosas y agresivas tanto para los neumáticos como para el asfalto. Además, algunos sistemas de seguridad del vehículo, como el ABS, pueden verse afectados cuando se usan cadenas. Otro aspecto importante es que algunas regulaciones restringen su uso en ciertos lugares por su impacto en las carreteras.
Fundas de nieve: comodidad y suavidad
Las fundas textiles, por otro lado, son una alternativa más moderna y fácil de instalar. Ofrecen una conducción más suave, sin las vibraciones que producen las cadenas, y son menos dañinas para los neumáticos y la carretera. Son ideales para trayectos más cortos o para condiciones menos severas de nieve. Sin embargo, su durabilidad es menor en comparación con las cadenas, y no son recomendables para terrenos rocosos o para un uso prolongado.
Conclusión: Fundas y cadenas, depende
Si conduces habitualmente en zonas con nevadas fuertes y terrenos difíciles, las cadenas ofrecen mayor seguridad y tracción. Pero si buscas algo fácil de instalar, cómodo y para uso ocasional en zonas urbanas, las fundas textiles pueden ser la mejor opción. En ambos casos, es fundamental revisar las normativas locales, ya que en algunas áreas el uso de cadenas metálicas está regulado.
